Ejercitación de Superestructura Argumentativa

En cuanto a la ejercitación con superestructura argumentativa los alumnos debieron redactar un texto argumentativo en contra o a favor de una lista de temas proporcionados en clase, uno de ellos era La prohibición de fumar en espacios públicos afecta la libertad individual. Aquí les dejamos uno de los textos creados por los alumnos:


Contraargumentación del tema: “La prohibición de fumar en espacios públicos afecta la libertad individual”


La disputa, si puede llamarse así, entre fumadores y no fumadores existe hace ya bastante tiempo y parece que no terminará pronto.
En muchos países, como Estados Unidos y varios estados europeos, se han sancionado leyes donde se prohíbe fumar en espacios públicos. Cuando se habla de estos espacios, se entiende como tales a los ámbitos públicos cerrados, como bares, shoppings, restaurantes y lugares de trabajo.
Algunos fumadores están en desacuerdo con la medida que se quiere tomar en la Argentina. Lo que no entienden es que a las personas que no fuman, que no son pocas, les puede molestar, además del daño que produce el humo del tabaco, la presencia de gente fumando a su lado.
Otra medida, que es muy importante, es la de prohibir la habilitación para crear espacios para fumadores; una idea muy buena, ya que estos lugares no funcionan. El humo del cigarrillo se expande hacia todos los sectores de un lugar cerrado y los espacios para no fumadores terminan afectados de igual manera que los mencionados anteriormente.
Sin dudas, la prohibición de fumar en espacios públicos no afecta la libertad individual; al contrario, esta ley propone a los fumadores plantearse cuáles son las consecuencias que trae la adicción al cigarrillo. Además, ayuda a los no fumadores a que, cuando están en el trabajo o en un bar, no tengan que soportar el humo de los cigarrillos de las otras personas que se encuentran en el mismo ámbito. Aparte, además de dejar mal olor, provocar en algunas personas dolor de cabeza, ardor en los ojos o tos, el tabaco produce graves enfermedades respiratorias y hasta puede llegar a causar cáncer.
Se comprobó que, en el país, mueren por año aproximadamente 40.000 personas a causa del cigarrillo, de las cuales 6.000 son fumadores pasivos, es decir, personas que no fuman, sino que inhalan el humo de los cigarrillos de las personas que los rodean.
La mayoría de las veces, los fumadores no piensan en las personas que los rodean, que no fuman y que no quieren absorber el humo de los demás.
Esta ley, propuesta por el Ministerio de Salud de la Nación, se basa en el respeto a los no fumadores y la reflexión de las personas que sí fuman. Es una decisión muy discutida porque sólo se puede fumar en una casa o en la calle. Este tema molesta a los fumadores, pero, a la vez, beneficia a las personas que no desean compartir ese hábito tan peligroso y adictivo como es el tabaquismo.
Los fumadores deben entender y respetar a sus prójimos. La persona que no quiere fumar no tiene que estar obligada a inhalar el humo del cigarrillo del que está al lado.
Lo más importante es hacer ver a toda la sociedad las consecuencias que trae este hábito. Los niños más pequeños no deberían seguir el ejemplo de sus padres, tíos o abuelos que fuman. El problema es que los mayores son la principal fuente de enseñanza de los chicos, que siguen cada cosa que ven y las asimilan como buenas prácticas.
En esta cadena, el respeto por los no fumadores no se tiene en cuenta prácticamente. La cultura del tabaco está cada día más generalizada; cada vez se agregan más personas al hábito de fumar y, al querer dejar de hacerlo, les cuesta demasiado, por lo que la mayoría desiste de la idea del abandono y sigue con su adicción.
Lo único que se logra con esta costumbre tan perjudicial para la salud, es lastimarse a uno mismo y, peor aún, intoxicar a las personas que rodean al fumador, personas que no quieren hacerse mal y que, tal vez, no saben la forma de pedirle al que fuma que no lo haga en su presencia, con el miedo de que le conteste mal o no le interese lo que le está pidiendo.
Por todas las causas nombradas, la ley antitabaco es la mejor opción para poner en marcha la lucha contra esta adicción. Es una ley justa, que beneficia a los fumadores, aunque no lo noten y estén disconformes; además hacer que se respete a las personas que no fuman y no quieren tampoco ser fumadores pasivos.
Hay que recordar lo siguiente: en la Argentina, actualmente, mueren 6.000 personas que son fumadores pasivos, gente que fallece a causa del cigarrillo que consumen las personas que los rodean.
Va a ser bueno poder ir a tomar un café y no salir del bar bajo una nube de humo, o ir a trabajar todos los días sin pensar en volver a casa con un dolor de cabeza tremendo a causa de nuestros compañeros en la oficina.
Definitivamente, el tabaco no le hace bien a nadie. Hay muchas enfermedades que se generan por éste y, a corto o largo plazo, nadie lo desea. ¿Por qué, entonces, las personas no fumadoras están obligadas a sentirlo todo el tiempo?
La decisión de fumar o no hacerlo es personal. Por eso, los que deciden hacerlo deben respetar a los que intentan vivir sanamente. La prohibición de fumar en espacios públicos no afecta de libertad individual, simplemente, intenta crear una sociedad basada en el respeto y generar conciencia y reflexión.

Florencia Baglietto

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